Los datos de la Encuesta de Indicadores Laborales para el mes de mayo confirman la continuidad del proceso de expansión del empleo en los aglomerados relevados por la encuesta. En abril, la Construcción se incorpora a la nómina de sectores con niveles máximos de empleo asalariado formal privado. Los sectores de Explotación de minas y canteras, Comercio, Hoteles y restaurantes, Actividades empresariales, inmobiliarias y de alquiler, Enseñanza y Salud alcanzan nuevamente los mayores niveles de empleo de la serie histórica.
A lo largo de esta fase expansiva, cerca de 550 mil personas lograron acceder a puestos de trabajo asalariados formales en empresas privadas. El actual es el período de crecimiento más prolongado de, al menos, los últimos 14 años (la única fase que se aproxima a la actual es la que se extendió durante 28 meses entre septiembre de 2009 y diciembre de 2011).
El proceso de creación de empleo formal permitió recuperar los puestos perdidos durante la pandemia y en los años 2018 y 2019. Entre abril de 2022 y abril de 2023, el nivel de empleo creció en 11 de los 14 sectores en los que se encuentra desagregada la economía en el sistema estadístico (los tres sectores que se contrajeron fueron el agropecuario, pesca e intermediación financiera) y en 23 de las 24 jurisdicciones.
En cuanto al conjunto del trabajo registrado (incluyendo en esta categoría al empleo público, al trabajo de casas particulares y al trabajo independiente encuadrado en el régimen monotributista y autónomo) se verifica que, entre diciembre de 2019 y abril de 2023, algo más de 1 millón personas se insertaron laboralmente bajo las modalidades que implican registración en el sistema de seguridad social.
La demanda laboral sostiene el nivel que se observa desde que se registra crecimiento del empleo (julio 2021). Los puestos que quedaron sin cubrir, representados en la tasa de no cobertura, resultaron en un nivel similar al del mes pasado e inferior al del mismo mes del 2022, aunque manteniéndose en un valor bajo en una perspectiva de más largo plazo.
A pesar del escenario inflacionario verificado durante el último año, la fluidez de la negociación colectiva llevada a cabo por la representación de las organizaciones sindicales y empresariales e impulsada por el Estado Nacional, permitió en términos generales sostener el poder adquisitivo de los salarios.
En este sentido, de acuerdo a la información procesada del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) se muestra que, entre abril de 2022 y abril de 2023, la mediana de los salarios del empleo registrado privado se incrementó un 1,1% en términos reales (en cambio, el promedio de los salarios cayó un 1,6%).
Durante los últimos dos años
La expansión del trabajo registrado analizada en la sección anterior se encuentra ligada al fuerte crecimiento experimentado por la población ocupada, tal como lo demuestra la información relevada por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH-INDEC) correspondiente al primer trimestre de 2023.
En los dos últimos años, el número de personas ocupadas se incrementó un 10% y, de este modo, el mercado de trabajo argentino alcanza la proporción de personas ocupadas en relación a la población total – la denominada tasa de empleo – más elevada desde el año 2003, cuando se inicia la serie histórica (la tasa alcanza al 45% en el primer trimestre de 2023).
Una de las consecuencias más relevantes de la expansión del nivel de ocupación es la reducción de la incidencia de la desocupación a pesar de que durante el periodo analizado se haya verificado un sensible crecimiento de la participación de la población en el mercado de trabajo. La tasa de desempleo del primer trimestre de 2023 se encuentra 3,2 puntos porcentuales por debajo del índice observado en el primer trimestre de 2019 (la tasa de desempleo alcanzó al 6,9%).
Se puede afirmar que la expansión del empleo se explica fundamentalmente por las y los trabajadores de nivel educativo medio (con el nivel secundario completo o con estudios terciarios/universitarios incompletos). Este grupo de trabajadores y trabajadoras explica el 77% del crecimiento de la población ocupada. En este mismo sentido, casi la totalidad de los puestos de trabajo creados son de calificación operativa.
Se destaca el incremento del empleo en la Industria manufactura (+21,3%); la creación de puestos en este sector alcanzó los 290 mil y esto explica casi la cuarta parte de los 1,2 millones de puestos creados en los 31 aglomerados urbanos. Otras dos ramas de actividad que contribuyeron en forma significativa al crecimiento del empleo fueron los Servicios comunitarios, sociales y personales y el Comercio.
Se destaca el crecimiento del empleo femenino. La cantidad de mujeres ocupadas aumentó en mayor proporción que los varones ocupados; del total de empleos creados en el período el 52% corresponden a mujeres. En cuanto a los grupos etarios, las y los trabajadores de edad adulta (30 a 64 años) son quienes explican la mayor proporción del crecimiento de la población ocupada.