Los datos responden a la variación interanual de febrero y son provistos por CAMMESA. En enero de este año, contra el mismo mes de 2023, la caída de la demanda energética en la industria fue más pronunciada, del 7,5%. Si bien el mes pasado la baja fue moderada, empresarios advierten que en marzo empeorará el panorama porque sufrirán el impacto de los aumentos de electricidad.
En su totalidad, el indicador disminuyó un 0,5% de forma interanual en febrero, contra el 5% de enero. El dato no guardaba relación con el nivel de producción industrial.
Desde la organización OCIPEX explican que la significativa diferencia radica en la temperatura: “Febrero de 2024 fue más caluroso que febrero de 2023. Durante el mes pasado se registró el pico de demanda eléctrica por el día más caluroso del año. Un comercio tuvo el aire prendido todo el día, lo mismo que una fábrica chica”. Así, en el desagregado, comercios y servicios mantuvieron una demanda de 5,1%, pero petróleos y minerales una contracción del 3,9% e industria 2%.
Sin embargo, desde la entidad advierten que estas caídas en la demanda “se producen antes del aumento del 128% del precio de la electricidad”. La suba fue establecida a partir de la resolución 7/2024 y se registrará entre marzo y mayo.
Así, el Gobierno eliminó los subsidios colocando un único precio estacional para todos los usuarios, excepto en familias de ingresos bajos y medios. Según OCIPEX, para comercios representa una suba de 275%, para el alumbrado público una suba de 211%, hospitales y escuelas 246%, y clubes de barrio, los más perjudicados, un aumento del 1258%. A su vez, “estos valores no contemplan los aumentos en la distribución autorizados para Edenor y Edesur, que van del 200% al 400%, agregan. Todo se computa desde este mes.
Panorama más complicado para las pymes
Mauro González, titular de la Confederación General Pyme argentina, asume que las pymes se encuentran “en un escenario totalmente de crisis”. Según el empresario, la película se compone no solo del aumento de las tarifas energéticas, sino que el alto índice de inflación, la apertura indiscriminada de las importaciones y la caída de la actividad, en la que algunos sectores “alcanza al 50%”.
De esta forma, para González “no se observan políticas públicas orientadas a la producción nacional”, al contrario -señala-, “se rompe el federalismo” importando alimentos sin cobrar IVA, ya que “la mayoría se producen en el interior del país”.
Con todo, el empresario señala que ya comenzaron las suspensiones en el sector, así como también recortes de turnos y, de no revertirse la situación, “se verán cierres de industrias a mitad de año”.
Recientemente, el BCRA anunció un nuevo esquema normativo de incentivos al financiamiento a las pymes, que se aplicará recién en abril. Los bancos sólo podrán beneficiarse de las reducciones de los encajes vinculados con la proporción de créditos a pymes en la medida que el saldo promedio de estas financiaciones sea de al menos 7,5% de sus depósitos del sector privado no financiero en pesos, y que al menos el 30% del monto sea destinado a proyectos de inversión a dos años. Las tasas de interés se pactarán libremente entre las partes.
“Reducís el encaje, pero el problema de la relación financiera entre el banco y una pyme sigue siendo la información asimétrica y el desconocimiento”, entiende el especialista en política industrial, Leandro Mora Alfonsín.
Mientras tanto, se espera que en mayo haya nuevos incrementos en la factura de electricidad, también para los usuarios residenciales. El objetivo del Gobierno es quitar los subsidios sobre el precio estacional al segmento N2 -bajos ingresos- y N3 -medios ingresos-. Entre los dos, cubren menos del 5% del costo pleno de la tarifa. De todos modos, se analiza la implementación de la Canasta Básica Energética, de la que aún no hay mayores novedades.