En 2022, el rubro trepó 10,7% ese mes, y otro porcentaje similar sumó en abril y para marzo de este año se espera suba de igual magnitud, a pesar de que desde la Secretaría de Comercio buscan extender el acuerdo de precios vigente hasta junio.
«La nueva colección de indumentaria otoño-invierno ya está jugada», aseguran fuentes del sector. «Las autoridades podrán intentar frenar las subas de precios en los productos denominados continuos -que se venden durante todo el año, como los jeans, por ejemplo-, pero en los otros es imposible porque no hay parámetro de comparación, al ser prendas nuevas.
Por otro lado, la colección ya está fabricada desde hace varios meses, con costos que treparon», dijeron a Infobae referentes del sector, «entre 100% y 120%», por lo que los nuevos precios -muchos de los cuales ya están en las vidrieras a modo de anticipo- reflejan aproximadamente esos incrementos.
Si bien la suba del rubro en enero publicada por el Indec fue de apenas 2,3%, la escalada interanual alcanzó a 120%. Y seguirá siendo alto en marzo, aún si el Gobierno lograr suavizar algo las nuevas listas de precios, debido al arrastre. En el sector de indumentaria apuntan a que la variación interanual se vaya acercando al 90%, pero en los próximos meses.
«Estamos discutiendo qué hacemos con lo que tenemos congelado desde septiembre, que son los continuos, como los jeans, remeras básicas. Hay mucho problema y el Gobierno quiere darnos sólo el 3,2% pero desde febrero, cuando a otros rubros se les autorizaron subas mayores para este mes», afirmó una fuente de la industria.
Incluso, destacan que «a los textiles les permitieron un incremento del 7% a partir de febrero, pero la colección ya está fabricada desde hace varios meses, con costos que treparon», dijeron referentes del sector.
La Secretaría de Comercio está negociando con varios sectores. El objetivo es lograr la desaceleración de la inflación y que a mitad de año se ubique en torno a esos valores, objetivo que en el mercado anticipan muy difícil.
Sobre lo que no es continuo aún no se habló durante las negociaciones, pero las autoridades también buscarán que sostenga el mismo sendero a la desaceleración.
«Hoy el consumidor está muy cuidadoso. Hay marcas que están peleando su lugar. Por eso tampoco los precios pueden subir demasiado porque no van a vender, especialmente las de segmento medio y masivo», explicaron en la industria.
Según los datos que manejan en el sector, en los últimos meses la venta ha caído entre 10% y 15%, mucho más en mercados informales y de concurrencia de población con menor poder adquisitivo como la Salada, por ejemplo.
Según la información que le transmitieron a Comercio desde la Cámara Industrial Argentina de Indumentaria (Ciai), el 100% del costo de producción se compone de 40% la tela; 38% la confección; 6% estampa, bordado y lavado; 3% avios (todos los insumos que no son tela); 2% plancha y terminación; 3% diseño; 1% moldería/muestras; 1% corte; 1% control de calidad y 5% gastos generales de fábrica.
A su vez, el precio al público se compone, según lo informado al Gobierno, por: costos laborales 27,78%; impuestos 25,04%; costos financieros 14%; alquileres 13%; materias primas 12,33%; otros 3,11% y margen de ganancia 4,74 por ciento.