“No vamos a volver a hablar, ni a reunirnos, ni hoy ni mañana. Ya estaba claro cómo venía el número desde la primera semana de marzo. Seguimos trabajando”, declaró un importante funcionario que colabora a diario con el primer mandatario. Aunque reconoció que fue un altísimo número, otro miembro de su círculo íntimo destacó que la inflación en alimentos haya bajada tres centésimas, de 7,5% a 7,2 por ciento. Había preocupación, en la previa, por la posibilidad de que se acercara a un temible 9 o 10 por ciento.
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El presidente habló con Guzmán tras los datos de la inflación de marzo.
Desde el nacimiento de su segundo hijo, la agenda del jefe de Estado está liberada, y no se prevé que la retome hasta el próximo lunes, después de Semana Santa, cuando reciba al presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, en la Casa Rosada. Sin embargo, estuvo atento, desde la clínica privada, al discurso de Cristina Kirchner en el CCK y, luego, a la difusión oficial de las cifras de marzo por parte del Indec.
Desde la semana pasada, la publicación de los nuevos índices de precios se ubicó, por motivos obvios, en el centro de la agenda del Gobierno y de la oposición, que embiste a diario contra el manejo de la secretaría de Comercio de Roberto Feletti y de la administración en general. Estaba previsto que se conocieran entre hoy y mañana, y que por su magnitud llovieran las críticas contra la administración nacional entre propios y ajenos por el fuerte aumento a pesar de los controles sobre el dólar y del congelamiento las tarifas.
Pero la discusión se adelantó por las filtraciones, en los días previos, del detalle de la cifra global. Ya el miércoles previo, el diputado nacional y titular de La Cámpora, Máximo Kirchner, se había referido a una situación de “caos” por la incesante disparada, en sintonía con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, que a su vez lanzó su propio plan contra la inflación, ayer (una medida local que provocó malestar en Balcarce 50 por el desafío simbólico que representa para la administración nacional).
Además, esta tarde, organizaciones sociales no afines al Gobierno, como Barrios de Pie, y el MST y el PO, junto a otros partidos de izquierda, realizaron una masiva manifestación en la Plaza de Mayo que copó el centro de la ciudad con miles de manifestantes que llevaban banderas de protesta por la delicada situación económica.
En ese contexto, hasta ayer, tanto en la Casa de Gobierno como en el kirchnerismo esperaban que Cristina Kirchner expresara una postura hoy, durante su discurso durante la asamblea de EuroLat, en el CCK. Sin embargo, la Vicepresidenta no se refirió al principal problema económico del oficialismo. En cambio, deslizó una suculenta frase sobre el poder de los gobiernos nacionales que se interpretó, en el ámbito opositor y entre algunos funcionarios del oficialismos, en clave de crítica a los cuatro vientos contra la gestión de Alberto Fernández. “Que te pongan una banda y te den el bastón no significa que tengas el poder”, deslizó. Sin embargo, duros y moderados buscaron relativizar la oración y negaron que fuera un nuevo mensaje en contra del Presidente en el marco de la espiral inflacionaria. En cambio, destacaron que fue un mero fragmento de un análisis internacional con el que -insistieron- “todos en el Frente de Todos” coinciden.
El lunes, Guzmán, durante una entrevista, también había introducido una frase que provocó polémica en el marco de la hirviente interna. En diálogo con C5N, el funcionario más cuestionado por el sector duro dijo: “Seguiremos con aquellos que estén alineados con el plan económico”. Y al día siguiente, su par de Seguridad, Aníbal Fernández, que actúa las veces como vocero del Presidente, agregó que “aquel que no esté de acuerdo con la política económica, no debería estorbar”.
Los mensajes no fueron difíciles de decodificar. Se referían a las señales de incomodidad que filtran, de manera cada vez más insistente y frecuente, los funcionarios ligados al kirchnerismo que forman parte de la gestión nacional -inclusive en Hacienda, en la secretaría de Energía que conduce Darío Martínez-; y bonaerense, como en el caso del secretario general de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque, al frente de la cartera de Desarrollo Comunitario de la provincia de Buenos Aires.