Las tareas de fiscalización y control de las áreas especializadas permitieron constatar que la empresa buscó reducir su carga impositiva de manera fraudulenta. El ingenio recurría a artilugios contables para simular pérdidas ficticias en sus ejercicios – que además se trasladaban a ejercicios siguientes- y saldos a favor en ambos gravámenes.
La auditoría realizada por el personal de la AFIP arrojó como resultado que los aportes irrevocables de los socios que figuraban en los balances para financiar los quebrantos carecían de documentación respaldatoria.
El contribuyente no aportó las actas de las asambleas donde se definieron los supuestos aportes de capital, su trazabilidad financiera, ni aparecían en las declaraciones juradas de los propietarios, por lo que fueron impugnados. Además, entre las irregularidades descubiertas y desarticuladas, se encuentran el uso de facturas provenientes de proveedores apócrifos.
Esta serie de maniobras fraudulentas dieron lugar a la determinación de deudas por IVA e impuesto a las ganancias por 1.252.095.322 pesos, en virtud de los beneficios que el ingenio había obtenido, pero ocultado al fisco. Tras la fiscalización, la sociedad procedió a rectificar las declaraciones juradas correspondientes.
FUENTE: Ámbito Financiero